Hay dos o tres conceptos presupuestos que operan en los comentarios del post anterior. El primero de ellos (el más importante) es el de Individuo. Aquello que se entienda como contrato (+ libre) o imposición (- libre) está completamente cruzado por ese término anterior y, obviamente, por la idea de Libertad.
Respecto del individuo (y sigan con ello para el lado del contrato o la imposición), véase que:
1) Hay 1 apunte específicamente relacionado con el tema del individuo: las clases 3 a 6 de "El poder psiquiátrico".
2) Que en la página 79 del "poder psi" está parte de la posición de Fucó respecto de esta cuestión del individuo (y, luego, del contrato o la imposición (quizá sigamos todo el curso alrededor de estos dos términos (es que en definitiva, es una cuestión básica: entendernos/imponernos parece la dupla que está en el centro de toda la gramática del humanismo (y esa es la trampa)))).
Respecto de la "libertad", en la página 71 del seminario "Seguridad, territorio, población", puede leerse:
Esa libertad, a la vez ideología y técnica de gobierno, debe comprenderse en el interior de las mutaciones y transformaciones de las tecnologías de poder. …la libertad no es otra cosa que el correlato de la introducción de los dispositivos de seguridad. Un dispositivo de seguridad… …sólo puede funcionar bien con la condición de que se dé algo que es justamente la libertad, en el sentido moderno que adopta en el siglo XVIII: ya no las franquicias y los privilegios asociados a una persona, sino la posibilidad de movimiento, desplazamiento, proceso de circulación de la gente y las cosas. …la libertad… No se trata de una ideología… Es… …una tecnología de poder; en todo caso, puede leérsela en ese sentido.
Entonces:
a) A reescribir los comentarios anteriores en función de las lecturas.
b) ¿Qué puede significar que la libertad es una tecnología de poder?
c) ¿Cómo se relacionan estos dos problemas (individuo/libertad, contrato/imposición) con el problema del Hombre, según "Las palabras y las cosas"?
d) Hay 2 apuntes nuevos específicamente relacionados con la última clase (29/4): "Nietzsche, la genealogía y la historia"; "Verdad y poder". ¿Ya los tienen, no?
Saludos! J.
PD 1: la última clase no fue la del 6 de mayo... ya que sólo vino una sola persona... Ya sé que imposible es avisar si vienen o no... pero vengan, che.
PD 2: las consignas exigen lectura. Pero una sola: luego quiero ver qué aparece. Para aclaraciones, la próxima clase.
PD 3: Por favor, averiguen (no es broma) si hay clase la semana que viene (por la semana de éxamenes).
martes, 6 de mayo de 2008
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4 comentarios:
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Bueno, la verdad, es que después de leer la clase de Foucault del 21 de noviembre, me resultó casi ilusorio realizar una distinción entre contrato e imposición. El marco en base al cual realice mis comentarios estaba sustentado, en definitiva, en el discurso jurídico (pese a que señale algunas paradojas en su empleo). La distinción es ilusoria en tanto que lo que entra en juego es la noción de libertad. Yo había señalado como marca distintiva del contrato la libertad para comprometerse en una obligación -el contrato (el cual trae aparejado el ejercicio de los derechos)-, sin embargo, en tanto “la libertad” está determinada por reglas que determinan su operatividad, hay que tener en claro que esa libertad deriva de las propias reglas de juego del poder y que, por lo tanto, sólo funciona por él y para él.
Foucault destaca que el poder disciplinario no (sólo -digo yo-) recae sobre la falta, sino en el plano de la virtualidad, la disposición y la voluntad. Frente a esta concepción resulta inoperante e inútil una diferenciación ‘real’ entre la libertad de comprometerse o no, puesto que el sistema regula y actúa sobre aquello que es también residual. A tal punto que la noción de individuo es el resultado de la fijación que el poder político ha logrado, en el caso que analizamos, a partir de la codificación de lo que es la ley, las normas, etc. Por eso, de alguna manera, podemos pensar que la libertad del individuo es una idea que responde a los principios ‘siempre’ regulados por el poder, existente dentro de sus términos y que está definida por un concepto de Hombre que se encuentra en el medio de lo que ‘legitimiza’ la pertinencia del poder y su aplicación efectiva.
Me parece que la intervención de Hatikvah dice mucho en relación a lo que muchos habíamos planteado, a la hora de dar cuenta el vínculo entre contrato e imposición.
En Foucault encontramos un individuo jurídico: “(…) el individuo como sujeto abstracto, definido por derechos individuales, al que ningún poder puede limitar salvo si [él] lo acepta por contrato”. En relación con esto cito anteriores comentarios míos: “en cierto momento un contrato produce una imposición”; “habría una imposición de reglas si se quiere, pero esta imposición no se haría presente en el momento de consumar un contrato, es decir, si no acuerdo con lo dispuesto en un contrato no lo firmo, no participo; ya que, para que exista un contrato ambas partes deberían llegar a un acuerdo, y esto es voluntario”. Según afirma Foucault, no habría acuerdo posible, mientras que yo pensaba que sin voluntad no habría acuerdo, y esto daría lugar a la imposición, ya sea por la fuerza o por un engaño; sin embargo, subyace a esto una idea de individuo que se determina a partir de una tecnología de poder.
El poder no es una relación que se pueda concertar, sino que es una relación de fuerzas, está en todas partes, por lo cual el sujeto estará atravesado por relaciones de poder, sin conseguir independizarse de ellas.
Entonces el individuo “es un cuerpo sujeto, atrapado en un sistema de vigilancia y sometido a procedimientos de normalización” (“El poder psiquiátrico”). Así el poder se ejerce sobre la sociedad, como un mandato quizás, conformando una nueva noción de individuo, sin olvidar, ni dejar de lado el momento histórico, ya que en cada momento se construye determinada verdad.
Sin dudas esto nos habilita a pensar en el concepto de libertad. Frente a una vida que está completamente invadida y gestionada por el poder, donde son constantes las relaciones compuestas de dominados/dominantes, el alcance de este concepto sería que la libertad no es más que un mecanismo de control, un mecanismo disciplinario. En “Nietzsche, la genealogía de la historia” se plantea: “¿será la libertad la raíz del hombre la que lo liga al ser y a la verdad? En realidad ésta no es más que una ‘invención de las clases dirigentes’”. (una preguntita: esto no tendrá que ver con la noción de “bios”?).
Por otra parte, creo que algo de esto estaba latente, ya que nos hacía ruido lo que habíamos planteado en nuestros escritos y lo que indicaba el contrato que se presentaba desde el blog…
1) Una vez leído lo posteado por Juan y lo recomendado, podemos decir que una tecnología de poder es lo que permite la concreción del individuo, es la disciplina propia del poder que nace y se desarrolla “desde la edad clásica, que aísla y recorta a partir del juego de los cuerpos, ese elemento historicamenete nuevo que llamamos individuo”(Foucault, 1973:79)
Para Foucault, el poder no puede ser localizado en una institución, o en el Estado. El poder no es considerado como algo que el individuo cede al soberano (concepción contractual jurídico-política), sino que es una relación de fuerzas, una situación estratégica en una sociedad determinada. Por lo tanto, el poder, al ser relación, está en todas partes, el sujeto está atravesado por relaciones de poder, no puede ser considerado independientemente de ellas.
Efectivamente, Foucault, al disolver la noción de poder como sustancia ostentada por el poderoso en favor de un paradigma estratégico en el que lo que cuenta son una miríada de micropoderes difundidos a través de diversas tecnologías disciplinarias, sienta las bases para una concepción de lo social que trascienda la exclusiva focalización en lo humano. Nociones como mecanismo, aparato, maquinaria, dispositivo abundan en las explicaciones de Foucault acerca del poder disciplinario y le dan un carácter deliberadamente tecnológico que le liberan de situar a un agente humano específico detrás de las estrategias de poder.
Retomo esto porque la consideración Foucaultiana del poder nos permite comprender de qué modo las estrechas pero complejas interrelaciones entre ciencia, sociedad y tecnología son irreductibles a determinismos tecnológicos o sociales. Así, más que hablar del "poder de las tecnologías" o del "poder de lo social", creemos conveniente recoger la noción de "tecnologías de poder": la idea de un conjunto de prácticas discursivas y no discursivas que ordenan y gobiernan (y producen) a los individuos y sus relaciones de acuerdo con determinadas lógicas. Como consecuencia, el control sobre las mentes se efectúa de una forma sutil, refinada, que convierte a los manipuladores en auténticos artífices de la desinformación planificada.
Bueno, si no se entiende les recomiendo esta página:
http://www.qualitative-research.net/fqs-texte/2-07/07-2-2-s.htm
2) Las palabras y las cosas es un libro largoooo… Lo primero que querría hacer es dejarles una reproducción del cuadro de Velázquez, para los que no lo conocen; pero no me permiten pegar archivos de imagen en el post… Juan, si tenes ganas subilo vos!
Una vez hecho dicho, voy a limitarme a dejar un par de citas para pensar los problemas (individuo/ libertad, contrato imposición) y el concepto de hombre. Ahí vamos:
* “Antes de fin de siglo XIII, el HOMBRE no existía. Como tampoco el poder de la vida, la fecundidad del trabajo o el espesor histórico del lenguaje. Es una criatura muy reciente” (Foucault, 1968:300)
* “Cuando la historia natural se convierte en biología, cuando el análisis de la riqueza se convierte en economía, cuando, sobre todo, la reflexión sobre el lenguaje se hace filología y se borra el discurso clásico en el que el ser y la representación encontraban su lugar común, entonces, en el movimiento profundo de tal mutación arqueológica, aparece el hombre con su posición ambigua de objeto de saber y de sujeto que conoce” (Foucault, 1968:304)
* “La evolución de la especie quizá no está aún terminada; las formas de producción y del trabajo no dejan de modificarse y quizá llegará un día en el que el hombre no encontrará ya en su trabajo el principio de su enajenación, ni en sus necesidades el recuerdo constante de sus límites; y nada ha probado tampoco que no descubrirá aún sistemas simbólicos lo suficientemente puros para disolver la vieja opacidad de las lenguas históricas.” (Foucault, 1968:310)
* “El hombre es un modo de ser tal que en él se funda esta dimensión siempre abierta, jamás delimitada de una vez por todas, sino indefinidamente recorrida, que va desde una parte de si mismo que no reflexiona en un cogito al acto de pensar por medio del cual la recobra (…) este doble movimiento explica por qué el ‘pienso’ no conduce a la evidencia del ‘soy’; en efecto, tan luego como se muestra el ‘pienso’ comprometido en todo un espesor en el que está casi presente, que anima, si bien en un modo ambiguo de una duermevela, no es posible hacerlo seguir por la afirmación de que soy: ¿Acaso puedo decir, que soy este lenguaje que hablo? (Foucault, 1968:320)
Bueno, esto lo apuntalo para que lo charlemos… espero que podamos hacerlo.
Un beso!
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